El domingo pasado – 1 de diciembre -, coincidiendo con el I Domingo de Adviento, celebramos la festividad de San Nicolás. El día de su onomástica es el 6 de diciembre, pero debido a las fiestas de nuestra patrona decidimos adelantarlo al Domingo.
A las 11h de la mañana fueron citados los fieles para celebrar la Santa Misa y procesión en honor a nuestro patrón. En este día festivo para nosotros, los invitados especiales fueron sin duda los niños, tanto por su asistencia como participación. A ellos intentamos acercarles cada vez más a Cristo y a la vida cristiana por medio del ejemplo de los santos. Tanto el grupo de monaguillos, como el coro y todos los niños de catequesis presentes, escucharon con atención la historia de San Nicolás de Bari – que posteriormente se le llamó Santa Claus-, ofrecieron sus peticiones personales y celebramos la Eucaristía.
Nicolás nació en el siglo IV, fue todo un ejemplo de desprendimiento a los más pobres, sobretodo a los niños. Se extendió pronto su fama por ayudar a los necesitados y multitud de milagros. A la luz de este gran santo, los niños – y todos nosotros- aprendemos como un corazón lleno de Cristo es un corazón desprendido de las riquezas y generoso con los hermanos.
Al acabar la Eucaristía, se procedió a la bendición de los nuevos trajes de la agrupación musical de la Cofradía de San Pedro y se inició la procesión por el barrio. Desde aquí damos las gracias al Cabildo de Cofradías, a la ya citada Cofradía de San Pedro, y a la Cofradía de la Buena Muerte, que nos ayudo en la preparación de la fiesta y llevando sobre sus hombros a nuestro patrón.