«Los pastores se decían unos a otros: «Vamos a Belén a ver lo que ha sucedido; eso que el Señor nos ha manifestado». Fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca del niño; y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían» Lc 2, 15-18
Un año más hemos podido acercarnos a nuestra parroquia a contemplar el Belén, buscando de este modo, entrar y contemplar el misterio de la Navidad. Igual que los pastores, nos hemos acercado con el deseo de «ver lo que ha sucedido», a través del trabajo y la entrega de los que han elaborado el Belén parroquial. Esperamos que esta sencilla y pequeña muestra, nos haya ayudado a acercarnos al amor de Dios mostrado en la pequeñez y humildad del Niño envuelto en pañales.
En nuestro Belén, hemos intentado dar a conocer los primeros momentos de la vida terrenal de Jesús, contemplando los episodios de la Anunciación a María, la Visitación, el sueño de José, el Nacimiento, la Matanza de los Inocentes, la Adoración de los Magos, el anuncio a los pastores, la huida a Egipto, la vida cotidiana en Nazaret, etc.
Que la alegría y el gozo de los pastores en Navidad alimente las aspiraciones más profundas de nuestro corazón, para que durante todo este año podamos ir, guiados por la estrella, a Belén, y así encontrarnos con el Amor de Dios, que se hace presente en la sencillez, la humildad y la aparente impotencia de un Niño.