SANTA TERESA DE JESÚS
El quince de octubre celebramos la festividad de Santa Teresa de Jesús, una de las santas más grandes de la Iglesia en España y en el mundo entero. (1515-1582)
Ya desde niña quería ser santa y con su hermano Rodrigo tuvo la descabellada idea de “irse a tierras de moros! (Andalucía) para ser martirizada y alcanzar pronto el cielo.
En la adolescencia perdió a su madre y desde ese momento tomó como madre a la Virgen María.
Pasado el tiempo ingresó en el convento carmelita de La Encarnación en Ávila, su ciudad natal, y allí se dio cuenta de que hacían falta reformas para organizar la vida religiosa con mayor intensidad y pureza y se dedicó a la Reforma de la Orden del Carmelo. Fue muy criticada y perseguida por eso, pero ella se mantuvo fiel a la reforma de la Orden.
La llaman la “monja andariega” pues recorrió grandes rutas para implantar conventos nuevos en diversas ciudades y pueblos. Cayó gravemente enferma y quedó paralítica por cuatro años de esta enfermedad se recuperó gracias a la intercesión de San José, de la que fue profundamente devota.
Tuvo como maestros de su vida espiritual a grandes santos: San Francisco de Borja, San Luis Beltrán, San Pedro de Alcántara… San Juan de la Cruz…
Por mandato de su confesor escribió el “Libro de su vida”. Otros grandes escritos suyos son “Camino de Perfección”, “Las Moradas del Castillo interior”, “Conceptos del Amor de Dios”… en los que enseña la grandeza de un alma que busca a Dios y el método para acercarse a Él. Tiene también preciosos poemas, cartas y otros escritos menores.
En 1626 las Cortes de Cádiz la propusieron como patrona de España, pero el nombramiento fue revocado en beneficio del Apóstol Santiago. Sí que es la patrona de todos los literatos de lengua española y la primera Doctora de la Iglesia proclamada por el Papa Pablo VI en 1970.
El poema más famoso y popular de Santa Teresa dice así:
“Nada te turbe,
nada te espante.
Todo se pasa,
Dios no se muda,
la paciencia
todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
nada le falta.
Sólo Dios basta.