El pasado martes 28 de agosto, más de cincuenta jóvenes de las comunidades neocatecumenales de la Basílica de la Purísima y de la Parroquia de San Juan Bautista de Yecla viajaron hasta San Pedro del Pinatar, donde en la Iglesia de la Stma. Trinidad tuvo lugar un encuentro entre Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, y cientos de jóvenes.
Dejamos que sea uno de los jóvenes yeclanos, Marcos Ortuño López de 18 años, quien nos de su propia vivencia del encuentro.
«El pasado martes, 28 de agosto, se celebró en San Pedro del Pinatar un encuentro con Kiko Argüello. A él estaban convocados todos los jóvenes del Camino Neocatecumenal de la Región de Murcia. Desde Yecla salió un autobús repleto de jóvenes de las parroquias de San Juan Bautista y la Purísima. Yo tuve la suerte de asistir.
Tras una breve introducción y algunas presentaciones, Kiko comenzó a explicar la situación en la que se encuentran las familias en misión destinadas a Europa del este, en concreto a Rusia y Ucrania. El fundador del Camino Neocatecumenal hizo especial hincapié en la falta de fe que existe en estos países y en las insignificantes cifras de bautizados debido a la acción del régimen comunista, presente durante décadas en estos países. También explicó que el principal problema de la Europa de hoy es que piensa conocer todo acerca del cristianismo al que rechaza, ésta es la razón por la cual están hundidos, sus vidas no tienen sentido, están destruyendo la familia, los europeos no quieren oír más «palabrería» sino que lo que de verdad quieren y necesitan ver son los actos concretos del amor que se anuncia en la Iglesia.
Tras esto, Kiko animó a todos los jóvenes a colaborar desde la distancia con esta misión de evangelización. Para ello, hizo entrega de cientos de rosarios. Las filas de jóvenes para recoger rosarios eran interminables, incluso muchos se quedaron sin él. Fue realmente impresionante ver a tantos jóvenes que se comprometían a rezar diariamente el rosario delante del Sagrario por esta causa. En mi opinión, este compromiso con la evangelización mundial no es asunto exclusivamente de los jóvenes, y desde aquí me gustaría invitar a todos, independientemente de su edad, a realizar este servicio tan necesario, especialmente en esta época y sociedad en la que vivimos».