COMIENZA EL MES DE JUNIO

Comienza el mes de Junio dedicado en la piedad popular a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

El culto al Sagrado Corazón tiene su origen en la contemplación de la llaga del Sagrado Costado del Señor. Aquella que el Centurión abrió con su lanza y al instante salió sangre y agua (Jn 19, 34) Lo mismo que en Paraíso Adán se durmió y de su costilla se formó Eva, según nos relata el libro del Génesis, en el Nuevo Paraíso, que es el Monte Calvario, Jesús se durmió en la Cruz y de su Corazón nació su esposa, la Iglesia, purificada en su Sangre preciosa por medio del Bautismo (sangre y agua).

La contemplación del Sagrado Corazón del Señor nos introduce en la fuente de su Divino Amor, que es también Amor Humano, porque Jesucristo es a la vez verdadero Dios y verdadero Hombre, un amor muchas veces no correspondido.

Cuando el Señor se apareció a Santa Margarita María le mostró su corazón herido y le dijo: “Mira este Corazón que tanto ha amado a los hombres y en pago no recibe de ellos más que ultrajes y desprecios. Tú al menos, ámame.”

La devoción al Corazón de Jesús está anclada en estas características:

1.- Contemplar el amor del Señor hasta el extremo de haber dado su vida por todos nosotros. Para contemplar este amor del Señor es necesario introducirse en las Sagradas Escrituras y conocer al Señor. Es necesario informarse para formarse. Hoy hay muchos cristianos que viven de unas rentas de información cada vez más escasas. Conocen muy poco de Jesús, de su obra, de su persona. ¿Cómo van a formarse como verdaderos cristianos si no saben lo que eso significa, lo que supone, lo que realiza en las personas que viven esta fe?. Incluso los cristianos que se informan más nunca pueden decir que están suficientemente informados. El Misterio de Cristo es un abismo inmenso del que siempre se sacan riquezas incontables por aquellos que se acercan a él. Un propósito, pues, de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús deberá ser leer y estudiar cada vez más las Sagradas Escrituras, porque todas ellas hablan de Jesús.

2.- Agradecer al Señor el inmenso Amor que tiene a cada uno de los hombres. “Es de bien nacidos ser agradecidos.” El que se ha descubierto nacido a la maravillosa vida de la fe cristiana y ha descubierto el inmenso horizonte que se ha mostrado ante sus ojos, no puede menos que ser agradecido con Dios por haberlo sacado del pozo ridículo de una vida chata y sin esperanza. Para agradecer hay que acercarse. Agradecer al Señor implica acercarse al Señor, es decir, acercarse al Santísimo Sacramento del Altar donde Él está realmente presente para adorarlo, compartir con Él la vida, recrearse en su mismo Amor, y participar activamente en la Sagrada Eucaristía, en la Santa Misa, recibiendo la Comunión y ofreciendo por las manos del sacerdote a la Santísima Trinidad el Sacrificio de Amor de Jesucristo en nombre de toda la Humanidad.

3.- Dolerse de los actos de desprecio, desamor, indiferencia, olvido e incluso sacrilegio que ese Amor del Señor recibe como pago muchas veces. Es decir: confesarse frecuentemente de los propios pecados cometidos y rezar por los pecadores para que se conviertan al Señor y puedan también gozarse de su amor.

Yo estoy seguro de que la devoción al Corazón de Jesús es un medio precioso que elevará la categoría espiritual de los cristianos de Yecla. Personalmente he tenido la dicha de crecer en mi vida cristiana bajo el árbol frondoso del Corazón de Jesús y desde niño he participado en mi parroquia de los actos de culto que se realizaban en ella y estoy agradecido al Señor por eso.

Me han informado de que también aquí en Yecla la devoción al Sagrado Corazón de Jesús era muy grande, que en todas las iglesias se celebraban los ejercicios piadosos del Mes de Junio y que el mismo día de la Fiesta del Sagrado Corazón se organizaba una solemne procesión con su venerada imagen para consagrar a Yecla a su Divino Amor.

Hoy han cambiado mucho las cosas y a veces no para bueno. Al olvidar el Amor de Dios y vivir inmersos en él se ha secado la vida de muchas personas y sus almas se han quedado vacías, oscuras y desangeladas.

Yo os propongo volver al Corazón de Jesús, el Buen Pastor que busca las ovejas perdidas, el Padre bueno que recoge al hijo pródigo, el Juez justo que no desoye las súplicas de quienes acuden confiados a él. Que este mes de junio nos ayude a introducirnos en el inmenso mar del Amor de Cristo, que es el Amor de Dios y el único verdadero amigo de los hombres.

José Antonio Abellán

Ver ejercicio del mes de junio.

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